Historias, relatos, experiencias y memorias convergen y dialogan en el arte de Liliana Golubinsky, la pintora argentina que transmite el caos cotidiano con una mirada establecida en dimensiones y espacios arbitrarios concibiendo un nuevo lenguaje pictórico y liberándose de las representaciones convencionales.
Liliana Golubinsky es la artista de Buenos Aires, ciudad en la que nació, estudió y que es fuente de inspiración de sus trabajos. Formada en la Academia de Bellas Artes de Augusto Bolognini y en la escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, Golubinsky fué también discípula del artista Miguel Dávila hasta 1987.
La potencia de los trabajos de Golubinsky reside en la energía de sus trazos y sus pinceladas, en el ingenio de sus historias y por supuesto, en el vigor de sus colores. La superposición de planos, las mezclas de texturas y técnicas y la espontaneidad sugerida dentro de un cierto orden coherente hacen de las obras de esta artista argentina un exquisito territorio donde el lenguaje figurativo se vuelve abstracto y la intuitiva composición lúdica ostenta una sintética narración histórica y real.
Según las palabras del gran crítico de arte Fermín Fevre "Esta artista hace, en su pintura, un camino inverso al que durante siglos desarrolló el arte. No parte de la reallidad exterior para recrearla sino que la crea desde la imaginación dándole esa verosimilitud que reclamaba Picasso para las obras de arte y su capacidad para hacer de la mentira una verdad (y de la verdad una mentira, podríamos añadir)".
La condición humana y sus frutos son una constante indeclinable en la obra de Golubinsky y su temática es tan variada como abarcadora. Sin embargo, según palabras de la propia artista, existe una línea definida en la iconografía de su pintura: "La temática permanente en mis obras es la guerra: la del mundo y la de sobrevivir a diario. Son personajes de todas las épocas actuando en un mismo momento y lugar. Son todas las batallas en una sola, la constante, la que a lo largo de los siglos permanece".
Liliana Golubinsky ha sido distinguida con más de cuarenta premios nacionales e internacionales. Su obra se exhibió en numerosas muestras individuales y grupales, en importantes galerías, museos e instituciones de la Argentina y el exterior.