Como interpretar las imágenes de Liliana Golubinsky?

Julio 2004 - Argentina
Revista "CARAS" Fermín Févre
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Ante todo, como un hecho plástico, ya que están conformadas desde un sentido creador estético, que permite una lectura visual en la que los elementos del lenguaje plástico actúan sobre el contemplador. Vale decir, que la composición, el color y la dinámica de las formas constituyen en sí mismas una gramática visual.
Después viene el hecho significativo de sus imágenes. Su verdadero sentido. Allí es donde la artista nos dice muchas cosas. Que la realidad es inabarcable, que los sucesos de la Historia están vivos y permanentemente retornan. Por eso vemos en sus pinturas personajes de diferentes épocas que coexisten simultáneamente. Sus imágenes rechazan un pensamiento lineal o secuencial. Todo se da de manera fragmentaria en un presente existencial. Las alusiones son múltiples, pero no se cierran en interpretaciones únicas. “El sentido lo ponen ustedes”, decía intuitivamente Picasso, anticipándose así a vivencias que sobrevendrían después.
No se trata, pues de interpretar no de querer descifrar las inscripciones que la artista coloca en algunas de sus pinturas. Las grafías actúan como imágenes que se suman a ese continuo que desfila por la memoria colectiva y que la artista alcanza a atrapar como detenido, por un momento, la cinta sinfín del devenir histórico, como en una calesita.
Las vivencias pasadas, los iconos de la infancia y las siluetas indiscernibles de múltiples personajes entrevistos en la realidad o en el sueño (que tienen en ese sentido, semejante equivalencia) aparecen como en un espacio irreal que permite la flotancia de algunas figuras y la superposición de planos, tanto como el apretado transitar de un desfile impremeditado.
Algunas imágenes aparecen más apoyadas en el dibujo que otras, que quedan, entonces, muy indeterminadas; pero igualmente conviven.
La artista pinta desde la memoria oculta, sin buscar desentrañarla. Por eso en un texto que escribiera sobre su obra hace más de diez años recordé a Jung y su noción del “lado de la sombra” que denominara “criptomnesia” vale decir, la disgregación que aparece en el proceso creativo fuera de todo plan preconcebido. hay una suerte de automatismo psíquico en este proceso creador. Por eso en su pintura aparecen imágenes insospechadas, que no responden a ningún propósito deliberado al imponerse desde el inconsciente.